lunes, 7 de febrero de 2011

LA SABIDURIA DEL SILENCIO INTERNO

      Habla simplemente cuando sea necesario. Piensa lo que vas a decir, antes de abrir la boca. Sé breve y preciso, ya que cada vez que dejes salir una palabra, dejas salir al mismo tiempo una parte de tu energía. De esta manera aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía.

     Nunca hagas promesas que no puedas cumplir. No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que proyecten imágenes negativas, porque se producirá alrededor de ti todo lo que has fabricado con tus palabras cargadas de negativismo.

     Si no tienes nada bueno, verdadero y útil que decir, es mejor quedarse callado y no decir nada. Aprende a ser como un espejo. Escucha y refleja la energía. El Universo mismo es el mejor ejemplo de un espejo que la naturaleza nos ha dado, porque el Universo acepta sin condiciones nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones, y nos envía de vuelta el reflejo de nuestra propia energía bajo la forma de las diferentes circunstancias que se representan en nuestra vida.

     Si te identificas con el éxito tendrás éxito. Si te identificas con el fracaso, tendrás fracaso. Así podemos observar que las circunstancias que vivimos son simplemente manifestaciones externas del contenido de nuestra habladuría interna. Aprende a ser como el Universo, escuchando y reflejando la energía sin emociones densas y sin prejuicios, porque siendo como un espejo sin emociones, aprendemos a hablar de otra manera, con el poder mental tranquilo y en silencio, sin darle oportunidad de imponerse con sus opiniones personales y evitando que tenga reacciones emocionales excesivas, simplemente permitiendo una comunicación sincera y fluida.

     No te des mucha importancia y sé humilde, pues cuanto más te muestres superior, inteligente y prepotente, más te vuelves prisionero de tu propia imagen y vives en un mundo de tensión e ilusiones. Sé discreto, preserva tu vida íntima, de esta manera te liberas de las opiniones de los otros y llevarás una vida tranquila volviéndote invisible, misterioso, indefinible, insondable.

     No compitas con los demás, vuélvete como la tierra que nos nutre, que nos da lo que necesitamos. Ayuda a los otros a percibir sus cualidades, a percibir sus virtudes, a brillar. El espíritu competitivo hace que crezca el ego y crea conflictos inevitablemente. Ten confianza en ti mismo, preserva tu paz interna evitando entrar en la provocación y en las trampas de los otros.

     No te comprometas fácilmente. Si actúas de manera precipitada sin tomar consciencia profunda de la situación, te vas a crear complicaciones. La gente no tiene confianza en aquellos que muy fácilmente dicen (sí), porque saben que ese (sí) no es sólido y le falta valor. Toma un momento de silencio interno para considerar todo lo que se presenta y toma tu decisión después. Así desarrollarás la confianza en ti mismo y la sabiduría.

     Si realmente hay algo que no sabes o no tienes la respuesta a la pregunta que te han hecho, acéptalo. El hecho de no saber es muy incómodo para el ego, porque le gusta saber todo, siempre tener razón y siempre dar su opinión muy personal. En realidad el ego no sabe nada, simplemente hace creer que sabe.

     Evita el hecho de juzgar y criticar, sé imparcial. Cada vez que juzgas a alguien, lo único que haces es expresar tu opinión muy personal. Juzgar es una manera de esconder las propias debilidades. El sabio tolera todo y no dirá ni una palabra. Recuerda que todo lo que te molesta de los otros es una proyección de todo lo que todavía no has resuelto en ti mismo. Deja que cada quién resuelva sus propios problemas y concentra tu energía en tu propia vida.

     Ocúpate de ti mismo, no te defiendas. Cuando tratas de defenderte, en realidad estás dándole demasiada importancia a las palabras de los otros y le das más fuerza a su agresión. Si aceptas el no defenderte estás demostrando que las palabras de los demás no te afectan, que son simplemente opiniones y que no necesitas convencer a los otros para ser feliz.

     Tu silencio interno te vuelve impasible. Practica el arte de no hablar. Progresivamente desarrollarás el arte de hablar sin hablar y tu verdadera naturaleza interna reemplazará tu personalidad artificial, dejando aparecer la luz de tu corazón y el poder de la sabiduría del silencio. El poder permanece cuando el ego se queda tranquilo y en silencio. Si tu ego se impone y abusa de este poder, el mismo poder se convertirá en un veneno y todo tu ser se envenenará rápidamente, perdiendo la paz.

     Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo. No trates de forzar, manipular y controlar a los otros. Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son, o lo que tienen la capacidad de ser.

Autor Desconocido



YA LO ERES


   Ya eres perfecto, lo eres desde siempre, desde que viniste del polvo de las estrellas...

     No permitas que nadie te haga sentir feo, tampoco los culpes ni juzgues, cuando ves la perfeccion en tí, el corazon y luz que llevas dentro nadie puede arrebatarte nada, sigues siendo amor.

     No te exijas tanto, nada te sobra y nada te falta, todo ya lo tienes al alcance de tu mano, de tu corazon y de tus sentimientos, vive esta aventura porque es tuya, de nadie más, y es fascinante hacerte un camino de la manera que tu quieres, con las personas y sentimientos que quieres que esten, tu elijes siempre como quieres sentirte.

    Los pensamientos negativos solo te hacen daño a tí, quiérete más y no te permitas el odio, pues odio serás.

    El mayor descubrimiento eres tu mísmo, nadie lo hará por ti, es tu tarea, tu misión y tu camino.

    Acuerdate de tí, en todo momento, pues las cosas serán como tu las quieras...vive tu propio reflejo en los ojos de los demás, ámales y entregales aquello que muchos no ven, el AMOR.

    No esperes recibir, pues dándolo ya recibes.....tu ganarás siempre.

    Perfecto tú por serlo, y por no haberte olvidado de ello.

    Con AMOR: Lys



INSTRUCCIONES PARA SER HUMANO



1.- Recibirás un cuerpo.

      Puede gustarte o no, pero será tuyo durante todo el tiempo que estés aquí.


2.- Aprenderás lecciones.

     Estás inscrito en una escuela informal de tiempo completo llamada vida.

     En esta escuela cada día tendrás la oportunidad

     de aprender clases. Es posible que las lecciones

     te gusten o te parezcan irrelevantes y estúpidas.

     Pero cada una tiene un propósito que tú no conoces.


3.- No hay errores, sólo lecciones.

      El crecimiento es un proceso de prueba y error:

      es una experimentación.

      Los experimentos fallidos forman parte del proceso,

      en igual medida que el experimento que funciona bien.


4.- Una lección se repite hasta aprenderla.

     Una lección se presentará de varias maneras hasta que la aprendas.

     Una vez que la hayas aprendido, puedes pasar a la siguiente


5.- Las lecciones no tienen fin.

     No hay nada en la vida que no contenga lecciones.

     Si estás vivo, siempre tendrás algo que aprender


6.- "Allí" no es mejor que "aquí". Cuando tu "allí"

      se convierte en un "aquí",

      simplemente tendrás otro allí,

      que de nuevo parecerá mejor.


7.- Los otros no son más que tus espejos.

     No puedes amar u odiar algo en otra persona

     a menos que refleje algo que amas u odias en ti mismo.


8.- Lo que haces de tu vida depende de ti.

     Tienes todas las herramientas y los recursos que necesitas.

     Lo que hagas con ellos depende de ti.

      La decisión es tuya


9.- Tus respuestas están dentro de ti.

      Las respuestas a los interrogantes de la Vida están en tu interior.

      Todo lo que debes hacer es mirar, escuchar y confiar.


10.- ¿Olvidarás todo esto?


11.- Siempre que quieras, puedes recordarlo.



ANÓNIMO.

sábado, 29 de enero de 2011

“Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.
Que donde haya odio lleve yo el amo ...r;
donde haya ofensa, lleve yo el perdón;
donde haya discordia, lleve yo la unión;
donde haya duda, lleve yo la fe;
donde haya error, lleve yo la verdad;
donde haya desesperación, lleve yo la esperanza;
donde haya tristeza, lleve yo la alegría;
donde haya tinieblas lleve yo la luz;
Maestro,
Haz que yo busque más consolar que ser consolado;
más comprender que ser comprendido;
más amar que ser amado.
Porque es dando como se recibe;
Perdonando como se obtiene el perdón;
y es muriendo como se vive para la vida eterna”

(Oración de Francisco de Asís)

TE DESEAN

Todas las cosas que amas te desean. La salud te desea. La felicidad te desea.
No luches por cambiar las circunstancias de tu vida. Da amor a través de tus buenos sentimientos y lo que deseas aparecerá.
Tienes que primero ser feliz, y dar felicidad, para recibir cosas felices. Cualquier cosa que quieras recibir en la vida, tienes que darla primero.
(Prosperidad Universal)
Eleva tu conciencia y advierte
que no tienes edad.
Eres tan joven como el tiempo,
tan anciano como la eternidad.

...Cuando vives plena y gloriosamente el ahora,
siempre eres tan joven como el presente.
Renaces de continuo en espíritu y verdad.
En esta vida espiritual
no puedes permanecer estático.
Siempre hay algo nuevo y estimulante para aprender y hacer.
Vivir en estado de expectativa
te mantiene alerta y joven.

Cuando la mente envejece y cristaliza, la vida
pierde todo su burbujeo y su gusto.
Mantén tu mente alerta y jamás envejecerás.

La fuente de la juventud está en tu conciencia.
La alegría de vivir es el elixir de la vida.
Cuando conservas tu mente joven,osada y
alerta , no existe el envejecimiento. Mientras
tengas muchos intereses en la vida
y la disfrustes plenamente,
¿cómo podría envejecer?

Los seres humanos se limitan a sí mismos
cuando piensan que una treintena de años
es la plenitud de la existencia.

Para muchas almas puede ser apenas el principio si despiertan a la maravilla de la vida, y al despertar, comienzan a disfrutarla.

Eileen Caddy

COMPROMISO

Hasta que uno se compromete, existe vacilacion, la posibilidad de echarse atrás y siempre ineficacia en lo que respecta a todos los actos relacionados con la iniciativa y la creación. En el momento en que uno se compromete definitivamente, la providencia avanza tambien.

(Goethe)